miércoles, 23 de marzo de 2011

FRANCISCO FERRER Y GUARDIA Y LA ESCUELA MODERNA.

         
Nació en 1859 y murió en 1909, ajusticiado después de la Semana Trágica de 1909 e injustamente condenado por instigador de la misma. Nació en Cataluña. Fue fusilado. Pertenecía a los anarquistas.
Se forma en las primeras letras en una escuela de Alella (Barcelona), marcadamente católica, y en ella ya experimenta los rigores de los métodos pedagógicos del director, párroco de Alella. Los golpes y castigos severos eran sus métodos de enseñanza.

Esta primera experiencia hace de Ferrer que posteriormente defina educación como “equivalente a domar, adiestrar y domesticar…”

Pertenece al movimiento de la pedagogía racionalista y fundador de la floreciente Escuela moderna a principios del S. XX en España y que fue truncada por su injusta condena.
Posteriormente su legado fue postergado como tantas obras innovaciones por la infame guerra civil española.

Pero, ¿qué es la Escuela Moderna?

Ferrer y Guardia comenta su propia escuela “para hacer las bases de la Escuela Moderna no tengo más que tomar lo contrario de lo que viví en mi infancia”.

Pudo materializar su pensamiento pedagógico gracias a la Señorita Mounié. Era viuda acaudalada, católica convertida (“ella creía con fe honrada) él le daba clases, ella le otorgó su amistad y viajó con ella. A su muerte le dejó toda su herencia, con el que creó numerosas escuelas populares.

Ella reconoció que no todo “irreligioso es un perverso” ni todo ateo un criminal empedernido.

Conoció a Pestalozzi, Ferrer pone en marcha numerosas escuelas en España y en el extranjero, en las que sus pensamientos y principios se basaban en la pedagogía racionalista, heredera de las corrientes laicistas escolares del S. XIX,  que recomienda la creación de escuelas laicas que impartan una “educación integral” a los hijos de los trabajadores. Y de las ideas románticas del S. XVIII encabezadas por el pensamiento roussoniano.

Enseñanza emancipadora, desprovista de prejuicios burgueses, religiosos y patrióticos. Mediante el uso de libros emancipadores basados en la ciencia positiva y al servicio de los mejores ideales sociales: libertad, igualdad y fraternidad. Y que dio soporte a la pedagogía racionalista de 1909 a 1939.

Características de la pedagogía racionalista.

- Estima antipedagógica la memorización sumisa y pasiva.
- Enseñanza no autoritaria, sin castigo, premios ni exámenes, y con la participación e integración del alumno. Sus principios son razón, libertad, supresión de premios, castigo, y exámenes, no autoritarismo y coeducación.
- Considera el libro de texto como punto de apoyo para alumnos y maestros, no como fin.
- La elaboración y exposición de trabajos prácticos por parte del alumnado como algo esencial para poner en práctica la materia desarrollada a lo largo del año.
- Se trata de poner al alumno en situación de recrear activamente los procesos elementales del saber, la observación, la investigación y el espíritu crítico.
- Requiere la libre actividad cooperadora del educando, el cual se constituye a su vez en educador de sus compañeros más jóvenes.
- El adulto, por su parte no debe imponer al niño sus puntos de vista ni sus valores. La enseñanza debe adaptarse a la psicología del niño.
- Para los racionalistas el mejor método es los juegos y las actividades manuales.
- Aprenden a poner en común sus puntos de vista y experiencias personales.
- Participan en charlas, conferencias sobre temas de interés científico y social. Organización de frecuentes excursiones al campo.
- Defensa roussoniana de lo natural que se concretaba en una exaltación de lo no artificial.
- Se propugnaba la coeducación y las colonias de verano.
- Los contenidos de aprendizaje se pretende que sean inspirados y controlados por el quehacer científico-experimental.
- Los contenidos no se ofrecían de forma aislada, inconexos, en compartimentos estancos, sino que se cuidaba en presentarlos estructurados por una concepción “darwinista-social”, historicista y naturalista. (Principio de globalización).
- Estos planteamientos reafirmaban su posición laica respecto a las cosmovisiones religiosas, en particular de la iglesia católica. La pedagogía racionalista insistía en el carácter mitológico de las explicaciones religiosas. Estos planteamientos consiguieron atraer las iras de los sectores más conservadores de la iglesia católica.
- Tendencia al autodidactismo, el muchacho que se acerca a una escuela racionalista debe formarse, en una medida, solo.
- Resulta doloroso al profesor sentirse prescindible, pero ello no indica que ha culminado su trabajo. Pongo al niño en condiciones de que, el día que falte yo, sepa él, o el día que quiera prescindir de mí, sepa él, por su cuenta, bastarse por sí mismo.
- Exaltación de los valores de solidaridad de clase, que persigue la justicia social con fin primordial.
- Los sentimientos contribuyen a personalizar al individuo.

Si de algo estamos satisfechos, si de algo estamos ya hartos, es de hombres que piensen bien y obren mal. Necesitamos una escuela donde se cultive sobre todo en el niño el sentimiento, que logre que cada niño sea un hombre con carácter capaz de saber traducir en actos sus pensamientos. (Ocaña)

Reivindicando la importancia del sentimiento, sentaba en cierto modo las bases de la superación del intelectualismo que, desde el intelectualismo que, desde el Renacimiento viene tarando la educación europea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario